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domingo, octubre 30, 2005

LA FORMACIÓN DE EDUCADORES EN CHILE Y LOS DESAFIOS PARA EL NUEVO SIGLO

Estamos entrando a la etapa de globalización e internalización, la que abarca a todos los países sin importar razas ni religiones, pero ¿cuál es la verdadera posibilidad de acceder a ese mundo mejor que se avizora con un comercio y unas relaciones internacionales globalizadas?. El concepto de globalización se reflejó como el intento de lograr una mejor integración en un grupo de países, luego evolucionó rápidamente a una integración mundial con pleno impacto político. Vamos, en consecuencia, hacia un mundo plenamente integrado, pero nadie puede decirnos con exactitud cuáles serán los alcances reales de este proceso. ¿Los países más desarrollados dominarán económicamente a los subdesarrollados?, ¿ Habrá más o menos oportunidades para los pobres producto de esta globalización?, ¿Qué pasará con nuestras pequeñas industrias nacionales frente a la ola de productos asiáticos que siendo más baratos se instalarán en nuestros mercados?.

¿Tendrá la educación un papel preponderante en cuanto a cómo manejar la globalización?, Según el texto nuestra educación vive un preocupante estado de atraso, de diferencias entre la educación pública y la privada. Donde la brecha entre los más ricos y los más pobres es mucho más amplia que en otros países similares, siendo el profesor el profesional más mal pagado, en donde se le delegan otras tareas que muchas veces no tienen que ver con su rol de formador, sino más bien con los intereses de las corporaciones. El país no tendrá éxito si no logra una distribución justa del ingreso. Sólo una educación pública fortalecida puede devolver al país la educación de calidad y equidad.

La educación, tan importante en nuestros días, la base principal para todo pueblo altamente industrializado y de economía pujante. Estoy de acuerdo en que son los profesores los encargados de transmitir a sus alumnos que la distribución de ingresos debe ser equitativa, pero ¿cómo hacerlo si ellos son los profesionales más mal pagados del país?

Con respecto a la formación de cultura y valores

La globalización corre el riesgo de destruir las bases valóricas de la sociedad, en función de variados intereses comerciales y financieros. Es evidente, por lo tanto, que precisemos de un modelo educativo que propenda fortalecer nuestros valores y cultura, para cimentarla nuestra cultura en un medio cambiante. ¿Qué valores debemos fomentar y proteger?, ¿Cómo hacer sentir a los jóvenes un conjunto de principios para enfrentar el proceso de globalización en forma apropiada, si nuestra sociedad se envuelve en profundas contradicciones?. En las aulas de clases poco se conversa sobre valores tales como: la no – discriminación, la empatía, la lealtad, el respeto, la puntualidad, la honradez, el respeto, etc., salvo excepciones y en algunos Consejos de Orientación. ¿De qué manera los padres se involucran en el proceso de formación valórica de sus hijos?, con respecto a esta interrogante creo que en los colegios deberían hacer cursos para que los padres educaran mejor a sus hijos, respetando, eso sí, sus intereses y preferencias.

La educación como agente de modernización

Modernidad es otra actitud que debe crearse en la cultura nacional, para ello Sistema Educativo y Docentes deben formar individuos perceptivos y preparados para el cambio, no meros repetidores, sino más bien críticos y creadores, tolerantes y respetuosos de la diversidad; los padres deben reforzar esa idea dándole espacios de conversación a sus hijos donde sus ideas también tengan importancia e influencia en las decisiones familiares


La educación como agente para lograr una mayor equidad

Son los profesores los que deben promover en sus alumnos la idea de que el bienestar y la seguridad de la población se logra con una sociedad más equitativa, es por eso que deben motivarlos a especializarse como una manera de incrementar su potencial productivo y por ende su bienestar económico. La educación es un instrumento importante para promover una movilidad social.

De todo lo anterior se concluye que el rol del educador para el Chile del mañana es primordial, por ello dignificar al docente – mejores sueldos, mejorar jubilaciones (a lo menos como las jubilaciones de los detectives o los carabineros), disponer de horas de trabajos mejor distribuidas, disminuir el número de alumnos por curso, mayor respeto por parte de inspectores, apoderados y alumnos, etc. – si queremos de Chile una nación sana, fuerte, estable, incorrupta y con un futuro mejor para todos.